Hacer germinar un árbol forestal que se debe regar y cuidar diariamente crea un impacto positivo en las personas, haciéndolas conscientes de la ecología y desarrollando habilidades como la paciencia, la perseverancia y el respeto, muy necesarias en cualquier ámbito de sus vidas.
Además, mejora la calidad del aire y la conservación del suelo, ofrece sombra, refrigeración y un entorno más agradable, al tiempo que contribuye a la biodiversidad y al bienestar general de las personas.s.